LA GRATITUD DEL LEÓN
Había una vez un pobre esclavo de un país muy lejano, en un descuido de su amo se escapó al bosque rápidamente.
Él se llamaba Andrés, buscando un refugio seguro, se encontró una cueva. En la cueva llegaba poca luz, el muchacho vio un león. Se lamia la mano y rugía de vez en cuando.
Andrés no tuvo miedo, se le acercó y se dijo:
—Pobre animal está herido.
—Parece como si el destino me hubiera guiado hacia ese pobre animal indefenso.
—Le voy a ayudar a que le curen sus heridas —se dijo.
Pero había un pequeño problema:
—Cómo voy a curarlo quizás si lo asuste él me coma, tengo que hacerlo con cuidado
Entonces empezó a decirle suavemente muchas cosas, hasta que entendió el león.
Ya que había conseguido decirle que lo iba curar, empezó, vio su herida, había una flecha incrustada profundamente.
Andrés intentaba sacar la flecha pero estaba muy profunda, por eso Daniel tuvo que ir al pueblo, fue en silencio porque si lo veía su jefe lo iba a torturar, empezó a buscar los centros de salud comprando lo que necesitaba, mientras regresaba pensaba que estaba haciendo el león. Llegó Andrés después de unos cuantos minutos para curarle pero vio que el león ya no estaba y se puso a pensar y dijo entre dientes:
—Quizás pensó que no iba a regresar y fue a buscarme.
—Oh sino el cazador que le clavó esa flecha lo estaba buscando, vio al león y el cazador se lo llevo —seguía pensando hasta que oyó el rugido del león, fue corriendo Andrés y lo vio.
Se escondió el entre las ramas siguiendo hasta que se descuide del león y el venga a atacar pero no fue así el cazador al llegar a una choza lo encerró en una jaula.
Andrés estaba pensando cómo sacarlo, se le ocurrió una idea así que juntó varios animales para su plan.
Entonces empezó primero dejó todos los animales en su cuarto y los escondió entonces cuando volvió el cazador estaba cansado y entró a su cuarto dejó las llaves de la jaula en la mesa y su arma, justo se iba a dormir los animales le empezaron a atacar, Andrés fue rápido a coger las llaves, las cogió y libera a todos los animales.
El cazador estaba inconsciente por el susto así que todos los animales se fueron cuando despertó el cazador no había ni un animal, entonces cogió su arma fue a cazarlos; pero esta vez no los iba a guardar los iba a vender.
Andrés curó al león y a los demás animales, él sabía que iba a venir el cazador y lo querría casar, así que ideó un plan en donde no se involucren los animales puso muchas trampas, ocultó el lugar así que nunca lo encontraría.
El cazador todos los días los buscaba pero solo caía en las trampas y se hacía daño.
El cazador era bastante obstinado, tanto buscar encontró el lugar; pero no veía ningún animal, trazó un mapa y este era el último lugar así que empezó a sospechar que estaban ocultos.
No lo encontraba por más que buscaba no los encontraba hasta que se rindió.
Andrés se dio cuenta que se había ido, así que sacó a los animales del escondite, los animales y Andrés estaban felices al saber que nunca más iba a volver el cazador. Así pasaron todos los días y se preguntaban que habrá pasado con el cazador todos tenían curiosidad, el león que era el más chismoso fue a ver, al llegar al lugar donde estaba su choza se escondió, pero ya no estaba una choza, había pura ceniza el león estaba viendo por el lugar y no encontró al cazador. El león tuvo pena porque él pensaba que el cazador se había muerto.
El león se estaba regresando pero en el camino, vio al cazador como un esclavo siendo torturado y él estaba llorando. El león intentó rescatarlo, pero no pudo porque su dueño estaba vigilado por guardias que tenían armas, entonces les siguió hasta saber dónde era el lugar al saberlo regresó rápidamente y les avisó a todos los animales lo que había pasado. Andrés al saber esto estuvo pensando un plan para rescatarlo, luego que llegaron al lugar Andrés puso en marcha su plan, habían hecho lo mismo como habían rescatado al león justo cuando iban a liberar al cazador los guardias del jefe empezaron a disparar y le dieron a Andrés, el león atacó a sus guardias y los dejó inconsciente, porque se les había acabado sus balas, Andrés herido a las justas pudo liberar al cazador.
El cazador muy agradecido por salvarle curó a Andrés y así se hicieron amigos a pesar que él era el malo.
Seudónimo: C.P.G.F