A la parroquia San Juan de la Cruz
Hago lo posible por aclimatarme en la ola cañaveral cuando se transfiguren las orugas
Adentro es prisión para varios flamencos musculosos brincando por su selección
Hacen más ruido a la hora de llorar que el siglo pasado frente a la derrota
Toda mi muela cavila sobre sus paladares en busca de terreno fértil.
En vano no se viene a beber la selva cuando hemos cruzado el continente
Tres mundos no equivalen a la sangre suave del salvador treintañero
Por qué dos gentes son mejor que desconocidos enemigos sin saber que existen
¿No me tienes miedo? Cuidado que podría extirparte la hora cuando te pique
Remángate las mangas antes de leer trozos pobres llenos de hiel
Caminaras descalzo por la sed descomunal evangelizando desiertos africanos
Hasta el animal paga a sus acreedores la más mínima oración por sus almas
Y tú no piensas decirle nada por temor a equivocarte.
LOS HAS VISTO de Christian Pastor Cervantes
A Marilia Lizeth
(...) Pero el no verte y tener vida es imposible.
Mariano Melgar
Saltando en los coches
Revoloteando sus vellos
Ahorrarse los pasajes
Cruzar por mi sendero
Desconocidos caminantes
Umbrales del dolor
Guardan siempre sus penas
Enmascarados sin saber
Así fui yo
En mi vida pasada
Con sombrero de macora
Trazar surcos por la tierra
Abrazar la siembra
Y en la capital quemarla
Recibiendo a cambio
Ni diez limosnas
Cortar mis madrugadas
Trinar mi pecho
O alguna vez recitarlo
Ante la sombra cadavérica
Agitando la botella magra
Quise ser carne
Antes que plumíferas palabras
Para ver mis uñas menguantes
Reflejar el color del sol
Eclipsada en mis nudillos
Y mis extremidades
Haciendo el ademan felino
De entender
Pero no entiendo.